Muchas veces creemos que estamos haciendo lo mejor para llegar a nuestra meta y que intentamos todo lo posible, pero no vemos resultados claros y empezamos a desesperarnos hasta llegar a extremos que no son necesarios.
Primero que nada, hay que saber que es lo que estamos haciendo exactamente para identificar donde está el problema.
Cinco problemas básicos que solemos cometer:
1.Picar demasiado: Una galletita, un cuadrito de chocolate, un puñito de nueces, etc. Toda suma calorías que al final no están contempladas por ti pero si retrasa tus metas.
2.Me justifico con el ejercicio que hago o con las calorías que queme en el ejercicio: mucha gente solo hace ejercicio para quemar el exceso de las calorías que ya ingirió o que va a ingerir. Pues les tengo una mala noticia, el ejercicio es un 20% y tiene muchos beneficios, pero este no es uno de ellos. Haz ejercicio para mejorar tu resistencia cardiovascular, quemar grasa, tonificar músculo, y mantenerte saludable pero nunca lo uses como un castigo a lo que comiste.
3.Mis preparaciones de alimentos contienen demasiada grasa o aceite: el problema de los aceites es que no importa cuál sea, contienen demasiadas calorías y en tan solo 1 cucharadita contiene 50 calorías. Cuidado con la cocción o preparación de alimentos ya que los aceites pueden ser tu peor enemigo.
4.Comes demasiadas cosas artificiales: El comer químicos, colorantes artificiales y edulcorantes artificiales puede llegar a confundir a tu cuerpo haciendo que trabaje más de lo que necesita y por ende haciendo al metabolismo más lento.
5.Problema hormonal: este es uno de los pretextos de la mayoría de la gente, pero puede llegar a suceder por lo que te recomiendo que te hagas un estudio de perfil tiroideo para poder descartar esta premisa.
Ojo, esto solo aplica a metas realistas, aceptando a nuestro cuerpo tal y como es, nunca llegando a extremos para alcanzar metas caprichosas.